Viaje a Argentina: EL CHALTÉN

Podríamos contaros lo del trekking en el Perito Moreno, las vistas de la Pasarela, las cuatro horas de autobús desde Rio Gallegos (se rompió el aeropuerto de El Calafate y nos llevaron allá). Pero todo eso ya no nos parece interesante. Vamos a hablaros de El Chaltén.

Esta tambien va por ti, Patri!

 En cuanto llegamos, supimos que alguna vez en la vida, en esta o en la otra que tengamos, debíamos quedarnos aquí a vivir. Y es que El Chaltén no es un sitio cualquiera: está rodeado de unas montañas que lo flipas en colores, la gente te saluda por la calle como si te conociera de toda la vida; los perretes campan a sus patagónicas anchas por las calles; las casas están hechas de lo que le sale de los huevos a sus dueños; y sobre todo, sobre todo, tiene el Fitz Roy!

El cerro Fitz Roy es una de las cumbres más míticas y bellas del planeta. Y no lo es por cualquier cosa: Intentad escalarla (es broma, jamás podréis). En fin, si no lo conocéis mirad en google, que sus historias tienen miga.

Nosotros vimos el Fitz Roy desde la Laguna de los Tres, tras cinco horas de caminata y una última ascensión con más de un metro de nieve. Fue fantástico.

Los Lulazos a su triunfal llegada a Laguna de los Tres. Fitz Roy nublado.

No faltaron las dificultades, los resbalones (PriZius bajó de culo), y los pies empapados.

Así terminó la Navarro.

Pero claro, debido al subidón del momento, decidimos (vaaale, fue cosa de Lulazo) volver dando un rodeito por laguna Madre e Hija, que nos costó un par de horas más de lo previsto y un dolor de pies, gemelos y muslos de mil pares de c*****s. De esta parte no hay mucho testimonio gráfico, ya que el cansancio acumulado redujo estrepitosamente la frecuencia fotográfica.

Al final TODO mereció la pena.

Y colorín colorado... (salvo porque esta foto es de ANTES de subir)

Seguiremos informando. Os queremos.