Tras siete horas de espera en la capital pontificia; tras 12 horas de vuelo; y tras un monumental atasco, los Prizius llegaron por fin a Buenos Aires.
y....shovía. Claro, aquí no hay Clarisas de Almassora.
Os contaríamos más, pero estamos muuuuuy cansados, así que mañana os explicaremos lo que pasó después, que es emocionante de cagarse. No os perdáis la próxima entrega!
No hay comentarios:
Publicar un comentario