Despedida de la prizius (o cómo tener una resaca de tres días)

El pasado 22 de septiembre, 13 personas entraron en mi casa, subieron sigilosamente las escaleras, abrieron la puerta de nuestro dormitorio, y empezaron a gritar, silbar y tocar de forma desesperante una especie de tambor. Eran mis amig@s, bueno, algun@ de ell@s, porque tengo un millón!!!! 

Y así, en pijama, patinando y con una traca como banda sonora, me hicieron salir de casa rumbo a mi despedida de soltera. Con toda la elegancia de la que fui capaz, dije adiós a todos mis vecinos y me metí en el coche de Bibi. 

El destino era Peñíscola, ese gran pueblo repleto de mujeres con orejitas de coneja en la cabeza. Llegamos al camping y por poco me desmayo al pensar que tendría que dormir la mona en una tienda de campaña. Pero no dormí en una de esas, porque el lobo nunca es tan fiero como lo pintan...así que nos instalamos en los bungalows y empezó la fiesta. 

Esto lo resumiré rapidito: almuerzo con cerveza; piscina y que me meo de la risa y más cerveza; siesta o muerte y más cerveza; juegos varios que corroboraron que mi marido es una caja de sorpresas y más cerveza; nos duchamos y más cerveza; me disfrazan de ir desnuda y luego de barbie y más cerveza; cenamos y más cerveza. 

Y hasta aquí puedo leer, a partir de este momento todo lo que pasó en Peñíscola el 22 y 23 de septiembre de 2012, se queda en Peñíscola.

GRÀCIES A TOT@S ELS QUE VAU ESTAR ALLÍ I TAMBÉ ALS QUE NO VAU PODER ESTAR, PER FER-ME RIURE, PER FER-ME SENTIR ÚNICA, PER VESTIR-VOS DE ROSA, I PERQUÈ SOU ABSOLUTAMENT LO MILLOR I MÉS DURADER QUE HE TINGUT EN LA VIDA. 

SI PUGUERE, ME CASARIE AMB VOSALTRES. VOS VULL MOLT. 

LO MÉS BONICO DEL MÓN!